Ciudad Victoria, Tam.— Una vez más, el ejercicio periodístico en Tamaulipas se ve vulnerado. Durante un confuso operativo policial en el cruce de la calle 16 y Michoacán, reporteros de distintos medios de comunicación fueron intimidados por elementos de seguridad mientras cubrían un incidente que resultó ser una falsa alarma.
Los hechos ocurrieron este martes por la tarde, luego de que cuerpos de emergencia acudieran al lugar tras el reporte de una persona inconsciente dentro de un vehículo. El despliegue provocó un caos vial innecesario, y posteriormente se confirmó que el conductor solo se había quedado dormido, presuntamente en estado de ebriedad.
Sin embargo, lo que encendió las alarmas entre gremios periodísticos fue el actuar de varios policías que, sin motivo, se dirigieron con actitud hostil hacia tres reporteros que cubrían el evento: Isidro Zúñiga (El Diario de Ciudad Victoria), Jesús Maldonado (Hoy Tamaulipas) y Néstor Sánchez (Enfoque Oportuno).
Según testigos, uno de los mandos se acercó acompañado de elementos armados, grabando con su teléfono celular y exigiendo identificaciones a los periodistas. A pesar de que estos se encontraban a una distancia prudente y acatando los protocolos de seguridad, el mando arremetió de forma prepotente, arrebatando sus credenciales sin identificarse.
Este comportamiento, además de arbitrario, refleja una preocupante falta de profesionalismo y desconocimiento de los derechos constitucionales que protegen el libre ejercicio de la prensa.
Más grave aún resulta que no es la primera vez que uno de los reporteros afectados, Isidro Zúñiga, ha sido objeto de este tipo de acciones, sin que hasta ahora exista respuesta o sanción alguna por parte de la Secretaría de Seguridad Pública.
Ante este panorama, desde este espacio nos sumamos a la exigencia de respuestas claras. Es momento de que el Gobierno del Estado y el titular de la Secretaría de Seguridad Pública respondan:
¿Por qué se continúa permitiendo que agentes estatales hostiguen a la prensa? ¿Quién dará la cara por estos abusos reiterados?
El gobernador Américo Villarreal Anaya, ha declarado en múltiples ocasiones su respeto irrestricto a la libertad de expresión, afirmando que:
“Ustedes son una brújula del sentir social; y esta es una entidad donde se generan muchas noticias buenas.”
Hoy, sus palabras deben traducirse en acciones. La prensa no puede ni debe trabajar bajo intimidación. La libertad de expresión no es una concesión: es un derecho consagrado en la Constitución.